Vamos a empezar dejando claro que no soy la reina del low cost y en menos hablando de ropa. No es que no quiera o que me pasee por la vida con la cartera repleta de billetes para comprar modelitos. Es que no domino el low cost.

Sí, porque el low cost tiene su complicación. La complicación de ir a Primark y encontrar verdaderos chollos,combinarlos y que no parezcan de esa tienda. Decidme por favor que no soy la única que va y no encuentra nada. La complicación de encontrar unos jeans hipermegabaratos que te hagan un tipazo de los buenos. Y un puñado grande más de complicaciones que yo, no controlo.

Cierto, soy muy mía con los patrones, con las marcas que me siento a gusto y no me duele gastarme algo más en ropa. Soy de las que preferimos dos o tres modelos buenos a 40 reguleros o malos. Porque sí, seamos sinceros, lo lowcost lo es por algo y no admito discusión. Ponte unos vaqueros del Primark y a continuación mete tu culo en unos Levis. ¿Qué? ¿Igualito,eh?

Hace unos días escuchaba a una chica decir que su vestido de novia iba a ser lowcost, que pensaba patearse toda la cadena Inditex y similares porque en las diferentes webs había visto vestidos que le encajaban por menos de 150 euros. ¿De verdad?

Sí, no hace falta navegar mucho para encontrarlos y si reflejan tu personalidad ¡adelante! pero en realidad, nadie quiere ser novia low cost. Elige un vestido porque sea tú vestido y no por el precio. Y no, no seré yo la que diga que no hay que tener un presupuesto, que con enamorarte vale porque soy la primera que no lo cree y que fue con un presupuesto a la búsqueda de su vestido, pero la realidad, es que buscando por webs especializadas en novias se pueden encontrar verdaderas joyas en "vestidos de novia" con un precio mucho más razonable del que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en vestidos de novia.

¿Quieres comprar tú vestido de novia en Mango porque ese vestido con caída y manga ranglan en blanco te ha enamorado? Perfecto pero luego no te lamentes si ese verano tu vecina lo luce en las fiestas del barrio, o si varias de tus amigas lo han incluido en uno de sus básicos del verano.

Sí decides optar porque tu vestido de novia sea un vestido de una colección de calle tienes que contar con ello. Quizás a algunas chicas les parezca una tontería pero seguro que a otras no les hace tanta gracia que su vestido de novia termine, por esos caprichos del destino, convertido en la nueva chaqueta amarilla de Zara.

Sé novia. Gástate lo que quieras o puedas en tu vestido, sea como sea éste pero por favor, nunca, nunca, afirmes que vas a elegir un vestido lowcost.

Nadie quiere lo lowcost por mucho que le pongamos ojitos a ciertas compañías de vuelos. Nadie quiere lo lowcost. Otra cosa es que, en algunas ocasiones, no nos quede otra opción.